En las últimas horas la interna del peronismo jujeño sigue dando que hablar, empezó con cancha inclinada por el dedo de Cristina y al igual que en lo nacional todo fue cambiando.
A horas del cierre 3 sectores en disputa del poder real del peronismo.
Leila Chaher, que viene de perder unas Paso, se propone para presidente solo aduciendo ser la elegida de Cristina. En esta escena el Kirchnerismo nacional enfrenta fuertes cuestionamientos, Axel Kicillof no salió a apoyar la candidatura de la ex presidente dejando en debilidad y a juego abierto el distrito más importante del país. Sin apoyo de los gremios ni de los gobernadores del peronismo en ejercicio. Desde ese espacio dicen que Máximo Kirchner sostiene la imposición de Leila y la Cámpora en Jujuy y que se advierte en la posibilidad de sostenerla se puede perder la banca nacional de la jujeña.
El sector de Ruben Rivarola, con una realidad política diferente, los “intervenidos”, acusados de ser socios de Morales y de haber sido responsables de la reforma constitucional se propone también como alternativa. Al finalizar el día de ayer el debate de sus dirigentes planteaba que regalarle el partido a la Campora era garantizar perder en todas las localidades el 2025. Con fuertes disidencias internas, sobre todo en quienes tienen intendencia, rumorean que Leila Chaher no tiene nada, ni avales, ni como aportar en la competitividad electoral. Otros fundamentos para no acordar con Leila es la proyección de los cargos a diputados provinciales que tienen en disputa al 2025.
El tercer sector, lo llaman el clavo en el zapato, conducido por Carolina Moisés, quien viene de ganar las paso y ganarle a Morales, sostienen la propuesta para presidir el Partido Justicialista. El sector hizo saber hace semanas que estaba armando lista y que propone un recambio generacional diferenciadose de la campora y de la vieja conducción. Los que están más cerca dicen no tenemos nada que perder, ni banca nacional , ni diputados provinciales, el desafío es la construcción al 2027.
Últimas horas para un cierre donde todo puede pasar, una interna nacional sin efecto clamor, una intervención que deja mucho que decir por la falta de seriedad y de tecnicismo y una apuesta a saber sí de una buena vez el peronismo de jujuy avanza o retrocede.