Mientras se conoce que la sequía continúa recortando la proyección de la cosecha de soja y la liquidación de divisas del primer bimestre del año se ubicaría como la más baja desde 2007, el mercado de futuros de granos local ya da por hecho que en julio próximo el Gobierno lanzaría una nueva edición del Dólar Soja u otro mecanismo para que se acelere el ingreso de dólares frescos. Así queda en evidencia en los valores que se ofrecen para el contrato julio, que rondan los u$s403 por tonelada, mientras que para mayo de este mismo año el precio ofrecido es de u$s376 por tonelada. Esa prima de precio de u$s27 por tonelada está muy lejos del promedio de las últimas cinco campaña cuando el pase entre mayo y julio ofrecía un diferencial alrededor de u$s4,5 por tonelada.
Tradicionalmente mayo es uno de los meses más fuertes en el ingreso de divisas provenientes de la cosecha de soja, es por eso que el mercado especula que luego del aluvión de ventas que realizarán los productores que lo necesitan económicamente, para julio aquel que retenga grano será alcanzado por algún tipo de mecanismo que lanzaría el Gobierno para obtener divisas frescas.
Mientras tanto desde el oficialismo están lejos de confirmar la puesta en marcha de un nuevo Dólar Soja, pero a la par reconocen la necesidad de contar con los dólares de la soja como lo hicieron en 2022 y más teniendo en cuenta que la cosecha 2023 sería una de las más bajas de los últimos 15 años.
En paralelo, también en el mercado local se está revalorizando la soja disponible de la campaña pasada. La oleaginosa cotizó ayer en el mercado de Rosario a u$s455 por tonelada, un valor impensado para esta época del año pero que convalidan las fábricas de molienda ante las pocas ventas que están ejecutando los productores. Según la estadística oficial hasta el momento queda por venderse unas 7,7 millones de toneladas del ciclo pasado y durante la semana pasada solo se movieron unas 70.000 toneladas.
Hacia adelante la proyección de ingreso de divisas de este 2023 por exportaciones del agro es de u$s47.000 millones, lo que marca un retroceso de más de u$s13.000 millones respecto al año pasado. No solo se espera una caída más que considerable en complejos exportadores como la soja y el maíz sino también para la carne vacuna y el sector lácteo. Es que la sequía llegó para complicar todos los planes del Gobierno en este 2023 y por eso la especulación es que luego de la revisión de metas de junio con el FMI se deberá echar mano a algún tipo de herramienta para convalidar un nutrido ingreso de divisas en el segundo semestre del año.
Otra cuestión clave es que en agosto próximo se concretarán las PASO y tradicionalmente los productores aguardan a conocer el rumbo económico y político del país para no solo ejecutar la venta de grano sino también para plantear la próxima campaña agrícola. Con esto en mente el equipo económico que comanda Sergio Massa buscaría sortear esa posible meseta con el relanzamiento de un nuevo dólar soja o algún otro mecanismo. De cualquier manera el mercado ya lo está convalidando y eso se está reflejando en las pizarras.
Fuente: Ámbito